Cómo calcular la temperatura del horno a gas de tu cocina cuando no tiene indicador

Horno a gas básico encendido con una llama azul

Publicado el 14 de octubre de 2024

Si tienes un horno a gas sin un indicador de temperatura, es probable que te hayas encontrado con una receta que dice algo como “hornear a 180°C” y te hayas preguntado: ¿Cómo sé si mi horno ha alcanzado esa temperatura? Este es un problema común en muchos hogares en Chile, donde los hornos a gas tradicionales no tienen medidores de temperatura, pero existen métodos para ayudarte a estimar y ajustar la temperatura de tu horno con precisión.

Usa el truco del papel o del pan para medir la temperatura

Un método práctico y popular para estimar la temperatura de un horno a gas sin indicador es el “truco del papel” o el “truco del pan”:

Papel blanco: Coloca un trozo de papel blanco dentro del horno y cierra la puerta. Si en 30 segundos el papel se torna marrón claro, significa que el horno está a una temperatura aproximada de 180°C, ideal para muchas recetas de horneado. Si se quema rápidamente, el horno está muy caliente, posiblemente alrededor de 220°C o más.

Pan o tostada: Similar al papel, puedes colocar una rebanada de pan o tostada en el horno. Si se dora en 30 a 45 segundos, estás alcanzando una temperatura de 180-200°C. Si se tarda más en dorar, el horno está a menor temperatura.

Termómetros de horno: una inversión útil

Una opción más precisa y recomendable es comprar un termómetro de horno. Estos dispositivos son económicos y fáciles de conseguir en tiendas de artículos de cocina o supermercados. Simplemente colócalo dentro del horno y te dará una lectura exacta de la temperatura. Con este pequeño accesorio, puedes controlar mejor la cocción de tus recetas y evitar resultados inesperados.

Ajusta la llama del horno según la receta

Otra forma de gestionar la temperatura del horno es ajustando la intensidad de la llama, teniendo en cuenta estas aproximaciones:

Llama baja: Aproximadamente entre 140-160°C. Úsala para recetas que requieren una cocción lenta, como carnes o panes que necesiten un horneado largo y suave. Llama media: Aproximadamente entre 170-190°C. Ideal para la mayoría de los queques, galletas y gratinados. Llama alta: Más de 200°C. Perfecta para pizzas, pasteles hojaldrados o recetas que requieran una cocción rápida y crujiente.

Consejos para adaptar tus recetas

Si tu horno no tiene un medidor exacto, puedes adaptar las recetas siguiendo estos consejos:

Observa el tiempo de cocción: Como no puedes controlar la temperatura con precisión, es fundamental estar atento al tiempo de cocción. Revisa frecuentemente el estado de los alimentos, sobre todo si es la primera vez que sigues una receta en tu horno a gas.

Usa un temporizador o alarma: Configura alarmas para revisar la comida en tiempos intermedios. Esto evitará que tus platos se quemen o queden crudos.

Prueba el punto de cocción con un palillo: Si horneas pasteles, queques o bizcochos, inserta un palillo en el centro para verificar si sale limpio. Esto indica que está listo. Si sale con masa cruda, deja hornear unos minutos más.

Prueba con diferentes tipos de horneado

A veces, la posición de la bandeja en el horno y el tipo de cocción también afectan el resultado. Experimenta con la altura de la bandeja (más alta para dorar, más baja para cocción lenta) y ajusta la llama según tus necesidades. Algunos hornos a gas tienen quemadores en la parte superior para gratinar, mientras que otros concentran el calor en la parte inferior.

No tener un indicador de temperatura en tu horno a gas no significa que no puedas disfrutar de la cocina casera y seguir recetas al pie de la letra. Con estos trucos y métodos, podrás estimar de manera efectiva la temperatura de tu horno y mejorar tus habilidades culinarias. ¡Ahora, solo queda poner manos a la obra y experimentar!